Quizás estés pensando en cambiar tus viejas ventanas de aluminio o estás a punto de iniciar una obra de nueva construcción y tienes que decidir qué tipo de ventanas o cerramientos vas a poner en tu hogar. Para ello, es importante que conozcas cuáles son los beneficios que aporta una ventana de PVC o del aluminio, y así poder tomar la decisión correcta para tu casa.

En el post de hoy queremos que conozcas un poco mejor estos dos materiales y sepas cuáles son los más usado, sus ventajas y también sus inconvenientes.

Las ventanas de PVC

Las ventanas de PVC contienen muchas ventajas, como ser un valioso aislante, frente a la exposición acústica, y térmica, ya que es un material no conductor, garantizando así un mayor bienestar en el interior de la casa y un mayor ahorro energético.

En cuanto a su durabilidad, una ventana de PVC puede superar los 40 años de vida útil, así que es una muy buena inversión que amortizarás con facilidad. Además, al no requerir de un mantenimiento específico, resulta muy práctico, tan sólo necesitarás un paño húmedo con jabón o algún producto recomendado para PVC.

Como desventaja de las ventanas en PVC, podemos destacar que se trata de una implementación costosa que no todo el mundo está dispuesto a pagar. Y también, algunas limitaciones a la hora de escoger el diseño y su color.

Las ventanas de aluminio

Las ventanas de aluminio también son muy apreciadas por los consumidores y es que tienen un gran potencial de acuerdo a sus ventajas sobre diferentes materiales, como por ejemplo la madera, que dispone de un recubrimiento natural, libre de la producción de óxido, por lo que no hay que pintarlas con frecuencia.

El aluminio es un metal muy resistente y su perfilería, que es más estrechas, permite con mayor facilidad la entrada de luz natural hacia el interior. Además, el aluminio es un material que contiene propiedades poco inflamables, por lo que añade seguridad a la estructura.

Otra de sus grandes ventajas es su precio, mucho más económico que el PVC. Así, cuando algún presupuesto no goce de liquidez, por norma general termina optando por esta opción.
En cuanto al aspecto estético, presenta diversas formas y colores, ya que son sencillas de moldear, por lo que se puede adaptar a una gran variedad de estilos.

Como principal desventajas podemos destacar que el aluminio es un material que pierde la temperatura porque su naturaleza es conductora, así que se traduce en un mayor gasto de la energía del interior del hogar con la consiguiente subida de la factura eléctrica.

Además, se considera contraproducente porque es un material que suda, por así decirlo, por lo que no funciona como aislante térmico. Y también, tenemos que destacar que con el tiempo sufre un deterioro, e incluso puede llegar a picarse y perder firmeza.

En resumen, podemos decir que las ventanas de PVC contienen mayor cantidad de características favorables para cualquier estructura, pero son una aplicación costosa. Por ello, si se trata de ahorrar o de buscar diseño estético, las ventanas de aluminio son la opción más recomendada.